¿El éxito es de los que se arriesgan? Desde temprana edad nos enseñan que estudiar mucho, obtener buenas calificaciones y acumular títulos es la fórmula segura para triunfar en la vida. Sin embargo, la realidad demuestra algo distinto: muchas personas brillantes, con años de preparación y conocimiento acumulado, parecen quedarse estancadas mientras otros, con menos estudios o preparación académica, avanzan rápidamente y logran éxito económico, social o profesional. Este fenómeno no es casualidad ni injusticia; refleja cómo la inteligencia por sí sola no garantiza resultados . La vida real premia a quienes combinan conocimiento con acción, resiliencia, inteligencia emocional y capacidad para asumir riesgos . En este post exploraremos por qué estudiar mucho no siempre basta, qué factores marcan la diferencia y cómo algunas personas logran avanzar mientras otras, igual de inteligentes, se quedan remando. En la sociedad solemos asociar inteligencia y éxito: estudiás mucho, obtenés títulos...