Son las seis de la tarde de un día de la semana, saliste de tu trabajo y vas caminando por el centro de tu ciudad para tomar el bus que te llevará a tu casa. Seguro vas chequeando el “celu”, y de repente, el olor a pan recién horneada, o las ricas masas de hojaldre de la panadería de la esquina, te desvían hacia su puerta en forma automática. Sí. La dopamina, un neurotransmisor encargado de múltiples funciones cerebrales, dominan y dirigen nuestras vidas. Seguí leyendo y lo vamos descubriendo juntos.
¿Qué es la dopamina?
La dopamina es un neurotransmisor que se genera en el cerebro, específicamente en el Sistema Nervioso Central (SNC) para activar o inhibir distintas áreas y funciones cerebrales, avisándolo que en la vitrina de la panadería amiga, existen esas ricas tortas de chocolate que tu centro de recompensa exige para que tú estés absolutamente feliz después de devorártelas. Y con mucha certeza es denominada la hormona de la felicidad, juntamente con la serotonina, (prima-hermana) de la dopamina.
La sinapsis y los neurotransmisores.
La unión de dos neuronas se llama sinapsis, proviene del término griego “sýnapsis” que significa unión y es producto de la trasmisión de un impulso nervioso de los mecanismos sensoriales, en el cual se transfieren descargas químicas y eléctricas en el espacio intersináptico. Es decir en el espacio en que se unen dos neuronas. Es una acción típica que conforma uno de los pasos para el aprendizaje. Los neurotransmisores son biomoléculas, sustancias químicas que actúan de mensajeros químicos encargados de trasmitir información de una neurona a otra.
Funciones principales de la dopamina.
La dopamina regula la presión y la frecuencia cardiaca, las funciones principales del sueño, se caracteriza por controlar las actividades motoras, la toma de decisiones, intervienen principalmente en las funciones ejecutivas impregnadas en el proceso de aprendizaje como: percepción, atención, memoria etc.
1. Necesidades básicas: Placer, alimentación, sueño etc.
Al regular los mecanismos cerebrales del área motora primaria, la dopamina se considera como el centro o núcleo del placer, ya que nos induce a patrones de conductas repetitivas que nos conducen al placer, cualquier sea su origen. Existen áreas cerebrales llamadas centro de recompensas que se encuentran en el área del sistema límbico como el Tálamo, Hipotálamo, y la Amígdala cerebral etc. Cuando la dopamina es liberada en estas zonas por estímulos externos como el olor del pan nuevo, o unas tiernas y doradas empanadas recién fritas u horneadas, se activan recursos sensoriales y el hipotálamo y libera hormonas dopaminérgicas en el SNC, y nos empuja a desarrollar patrones de conductas para recompensar esas necesidades de comer.
2. Aprendizaje y memoria.
La dopamina es un neurotransmisor gravitante para el aprendizaje y la memoria, ya que la misma es la encargada de potenciar la información para el almacenamiento en forma duradera en algunas de las áreas implicadas en la memoria como el hipocampo, según estudios científicos publicados en la revista Science. Estos investigadores manipularon trabajos con roedores, específicamente ratas, que al bloquear acciones de la dopamina evitaron fijar aprendizajes de experiencias vividas por estos roedores 12 horas atrás. Sin embargo cuando potenciaron y promovieron una acción dopaminérgica el aprendizaje fue más duradero.
En niveles alto de dopamina, aliados con otros neurotransmisores como la serotonina, la norepinefrina (noradrenalina) y la epinefrina (adrenalina) se ven afectados por conductas hiperactivas y todo lo referente a trastornos de aprendizajes como el Trastorno por Déficit de Atención con hiperactividad (TDAH).
Varios estudios científicos han demostrado que, con niveles bajos de dopamina se asocian con problemas de interacción social: ansiedad, depresión y apatía. Niveles mayores de liberación dopaminérgicas son asociadas a la hiperactividad, hipersexualidad y otros. También se ven imbricados en procesos de trastornos de sueños, adicciones varias, específicamente a las drogas.
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