Si hay algo del que me pueda arrepentir en la vida es no haber seguido y continuado el camino de emprendedor. Cuando tenía 9 años, recuerdo muy bien cuando mi madre se encontraba sentada un domingo en el patio de mi casa y fui a su lado le dije: “mamá yo quiero vender helados” Tuve el apoyo de mi madre y de mi padrino, mamá me compró para mi conservadora de tergopol y mi padrino me confeccionó para el soporte de la conservadora que iba sujeto a mi cuello. Fueron mis primeros pasos de emprendedor. Divide los problemas y multiplica las soluciones. Hoy aprendí que hay que dividir los problemas y a multiplicar las soluciones. Los problemas son retos, son oportunidades para crecer. Es muy importante aprender de los errores y capitalizarlos como aprendizajes, no arrepentirse y seguir. La vida no es justa, hay que acostumbrarse a ello, la vida no te da lo que quieres, te da aquello que necesitas aprender para crecer. La pregunta es: ¿estás dispuesto a aprenderlo? ...