Sobreviviendo a ser padres. Es sábado de tarde y decidiste ir a comprar ese tinte para tu cabello de la tienda de tu ciudad que tanto estás necesitando. Y tuviste la mágica idea de llevar a tu hijo Facundo de 3 años. Lo que no te imaginabas es que estabas a punto de entrar al repetido y remanido capítulo de tu vida llamado, sobreviviendo a ser padres. Llegas al local saludas amablemente al dueño del comercio y te dispones a llevar tu cometido, pagas por el mismo y sales rumbo a tu vehículo, cuando el dueño del local te grita: - “Señora se olvidó pagar el camión de juguete que lleva el niño” Lo fulminas con tu mirada a “Facu” y metes la mano en el bolsillo de la cartera y te das cuenta que sólo traías dinero para lo que acabas de comprar. Entonces le estiras el juguete de las manos de tu hijo y se lo devuelves al dueño de la tienda con una tierna sonrisa. Facundo te estira del vestido que casi te deja desnuda, grita y llora tirándose al piso p...