Dejar todo para después no es tan malo. Estoy seguro que muchas personas, entre ellas tú que estás leyendo estas líneas y yo que las estoy escribiendo, tenemos la “mala costumbre de dejar todo para después”. Dejar todo para después no es tan malo, (desde mi punto de vista) por supuesto no se aplica para todas las actividades. Más abajo me explicaré mejor y al final del post lo debatimos todos juntos. ¿Qué te parece? Desde niño siempre te dijeron que ser organizado, y disciplinado es fundamental en la vida para ser una persona ejemplar o exitosa. Está genial, yo también siempre lo hice (aunque en mi persona no haya funcionado bien del todo) pero, de igual modo, hasta ahora siempre aconsejo de la misma forma a mis hijos y amigos. La idea que traigo ahora es que, toda cosa tiene su lugar, su tiempo y su espacio. Recomiendo dividir nuestras actividades en dos grupos grandes: cosas cotidianas-sencillas y las más complicadas. Actividades cotidianas, son impostergables.